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EXTRACTO DE CHARLAS | ||||||||||||||||||||||||||||||||
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Versión para Impresión | ||||||||||||||||||||||||||||||||
por J.G. Bennett | ||||||||||||||||||||||||||||||||
La única cuestión práctica es si continuaré o no tratando, suponiendo que no tenga ninguna garantía de que mis esfuerzos serán recompensados, ¿voy por esa razón a dejar de tratar? |
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Esta era una de las cosas sobre las que Gurdjieff más insistía en su enseñanza personal. Él reducía toda la enseñanza a un enunciado muy simple: |
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"Un hombre debe tener una meta". Puede que él no vea, o no pueda ver, más allá de su vida, por tanto su meta en un sentido concreto no puede ir más allá de su muerte. Pero él puede establecer la meta de morir honorablemente, es decir, no abandonar. Él reiteraba esto en cualquier momento en que hablara acerca de la meta y hablaba de ella casi todos los días. Todo el punto consiste en que la meta de permanecer intentando, de trabajar sobre sí, no admite duda alguna. Todas las cuestiones filosóficas y hasta religiosas pueden permanecer abiertas para nosotros pero en lo que se refiere a si es mejor seguir intentando o abandonar, allí no puede haber ninguna duda. Por consiguiente, el asunto práctico para nosotros no tiene que ver con qué existe más allá de la muerte; tiene que ver con el modo de enfocar el momento de la muerte. ¿Cómo moriré? |
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Lo que sea que pueda existir más allá de la muerte, será mejor para mí a tal grado que debo hacer lo mejor que pueda en esta vida. Creo que es muy asombroso el que sea posible reducir el problema humano a términos tan simples. Gurdjieff solía decir que si vamos a establecer esa meta, y podemos alcanzar un punto en que sabemos que será así para nosotros, entonces podemos ir más allá de ello hacia otra meta. Pero primero establecer en uno mismo, de pies a cabeza, la realización de que no puedo abandonar. Y no sólo no puedo abandonar; no puedo hacer menos de lo mejor que esté en mi poder. De otro modo pereceré como merezco. |
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No todo en el hombre se encuentra al mismo nivel. Pueden intentar comprender qué tipo de cosas corresponden a diferentes niveles. En un nivel está el conjunto de nuestro mecanismo funcional, todo es el mismo tipo de cosas: nuestro pensamiento, nuestro sentimiento, nuestra sensación y nuestras funciones vitales. Todo es una máquina. Todo es pasivo. |
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Existe -y esta es la idea que estamos tratando de comprender, no de creer- también en el hombre "algo" de un orden enteramente diferente; pero está tan remotamente alejado de la actividad ordinaria de sus funciones que los dos escasamente se tocan el uno al otro y entonces sólo por un breve instante. Ese "algo" diferente es el punto de contacto entre lo finito y lo infinito en él, entre aquello que él es y aquello que está más allá de él. |
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Estos son los dos últimos polos de su naturaleza. Dichos polos sólo pueden estar conectados si algo se forma en él que pueda reconciliarlos, algo que haya surgido de su naturaleza inferior, pero que es de una calidad tal que puede participar en su naturaleza superior. Esta fuerza intermedia es nuestra preocupación práctica. Debemos primero tratar de simular lo que es esta fuerza. No podemos experimentarla, porque aún no está formada en nosotros, pero debemos tratar de simular que es posible para nosotros adquirir una nueva y segunda naturaleza que sea independiente de nuestra primera y mecánica naturaleza. Debemos simular además que esta segunda naturaleza puede llegar a ser el asiento de nuestra conciencia y que cuando esté formada seremos capaces de vivir en dos mundos a la vez: el mundo de nuestra naturaleza orgánica y el mundo de la conciencia. Desde ese mundo podemos reconocer y acoger las influencias que provienen de lo alto. Es esta relación interior a la cual llamamos Conciencia. Digo que debemos simular una transformación tal de nuestra naturaleza, aun y cuando no podamos experimentarla. |
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Y entonces si esto corresponde con lo que deseamos alcanzar, sin siquiera saber si es posible para nosotros alcanzarlo, sin tener ciertamente el sabor de lo que es, debemos tratar de vivir como si existiese en nosotros. Porque si vivimos como si existiese en nosotros, empezará a formarse. Cuando empiece a formarse, podrá crecer en nosotros la convicción de que esto puede realmente ser alcanzado y se hará permanente. Podremos ver cada vez más claramente qué es lo que tenemos que hacer a fin de alcanzarlo. |
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Sra. M. ¿Qué relación tiene esta segunda conciencia con el "Yo, el relativamente permanente" que estamos tratando de formar? |
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Sr . B. Esta es la conciencia del YO SOY, cuando la vida se hace real. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Sra. M. Pero éste no es el "Yo" real. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Sr . B. Ustedes saben que el Sr. Gurdjieff decía que podían haber tres "Yo" reales en el hombre. Primero, está el yo de sus funciones, el "Yo" de su naturaleza orgánica, el cual es la fuerza de sus sentimientos. Entonces puede haber un segundo yo que es el "Yo" de su conciencia. Y está el tercer "Yo" que es el "Yo" de la voluntad. O si hablamos en términos de los centros, está el "Yo" del centro emocional inferior, el "Yo" del Centro Emocional Superior y el "Yo" del Centro Mental Superior. El Centro Mental Superior es el instrumento del Amo. No podemos siquiera representarnos lo que ese "Yo" puede ser. |
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Sr. H. Otro conferencista mencionó Conciencia Objetiva. Usted menciona nuevamente los tres "Yoes" diferentes de los cuales habla Gurdjieff, particularmente los últimos dos, el "Yo" del centro emocional superior y el "Yo" del centro mental superior. Debí haber pensado acerca de la Conciencia Objetiva que, por lo que he entendido de algunas de sus primeras descripciones, es algo, que es la Voz de Dios, algo permanente, que nos llega desde un nivel superior, mientras que cualquier otro yo, cualquiera que sea el modo en que lo mires, es el mismo proceso de evolución que está ocurriendo desde un nivel inferior hacia un nivel superior. |
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Sr. B. La Naturaleza Superior en el hombre es el punto de contacto entre lo finito y lo infinito. El "Yo" más elevado no surge desde abajo sino que desciende desde Arriba. ¿Recuerdas la analogía que compara al hombre con una casa llena de sirvientes? Sabes que ésta dice que el amo llega cuando la casa está lista. El Amo no es un sirviente promovido, él viene desde Arriba. |
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Sr. H. Si, él llega cuando el Mayordomo se marcha. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Sr B. No; el mayordomo debe permanecer para servirle a Él. El Mayordomo tampoco es un sirviente promovido. El Mayordomo viene del Amo. Se habla de tres estados: El Mayordomo Delegado, el Mayordomo y el Amo. |
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El Mayordomo Delegado es su primer Yo. El Mayordomo es el segundo "Yo". Pero el más elevado es el Amo, y el Amo es Aquel al cual servimos, Aquel para cuyo servicio existimos. Debe primero surgir en nosotros el deseo de servir. Tenemos que preguntarnos si este deseo ha nacido alguna vez en nosotros. Hablamos ahora de cosas muy grandes. Pero incluso de tales cosas no tenemos el derecho de hablar a menos que las relacionemos con alguna realidad presente. Debemos tener una actitud hacia ellas. Yo no puedo conocer al Amo. Él sólo puede ser conocido por el Mayordomo. Pero puedo tener una actitud hacia esta relación lo cual significa que puedo preguntarme: "¿A quién deseo servir?" Y hasta debo obligarme a responder a la pregunta de si deseo servir a mi propio egoísmo o si deseo servir al Amo. |
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